martes, 14 de mayo de 2013

LA AVENTURA DEL NEGOCIO PROPIO

Es cierto que la mayoría empieza el negocio propio al quedarse sin espacio en el mercado laboral (edad, algún impedimento, eficiencia, estudios) o simplemente al querer desde un primer momento ser independiente, valen todos los motivos; al final lo que todos queremos es salir adelante, lograr objetivos y por que no?  tener más tiempo para la familia y para uno mismo.

En mi caso tuve siempre la idea de poner un restaurant pequeño y verlo crecer cual hijo, cuidarlo, mirarlo y también enseñarle que el único camino para el éxito es alejarse de lo negativo, lo fácil, lo mundano y rodearse de personas que tienen tantas ganas como uno de triunfar; no hay mejor motivo creo yo, para triunfar en la vida que las ganas de vivir a tu manera y de saber que cuando los hijos lleguen y empiecen a crecer puedas evitar el peor sufrimiento de todo padre (madre) negarles lo que tú tampoco pudiste tener de niño, por falta de dinero.

Sé que todo en esta vida no es dinero, que los valores y las lecciones de la vida que aprendimos y nos hicieron lo que somos están basada en la calidad de vida que nos dieron nuestros padres, en mi caso mi padre fracasó y se levantó tantas o más veces que un boxeador y como tal al borde del retiro está luchando sus últimas peleas como todo un gladiador. Pero, yo quiero darle a mis hijos un ejemplo distinto e igual de positivo, quiero decirles con mis logros y actos que no es necesario pasar una vida de sufrimientos para ser admirado por los demás, que también vale aprender la lección de los demás, saber que la tonta frase de: todos tenemos derecho a equivocarnos, puede cambiarse por: todos podemos aprender de los errores ajenos y tener una vida de mejor calidad y futuro.

Si me preguntan si valió la pena el dejar muchas cosas por aventurarme al negocio propio, créanme a pesar de los malos días y de las vicisitudes  constantes, puedo afirmar que valió la pena todo. Ahora tengo más tiempo para mí mismo, mis metas inconclusas, mi familia; gozar de la incertidumbre del mañana de una forma muy intensa, créanme, nada se compara con ese bichito revoloteándose en el vientre cuando empiezas a ver los buenos resultados.

Al final de cuentas si la vida es un constante aprender de tus errores y enseñar de tus logros, no quisiera llegar a mi graduación final sin los argumentos necesarios para demostrarme a mí mismo que valió la pena haberla vivido.

3 comentarios:

  1. Bellismo.. Sabias pplabras y sobre todo cuando haces algo con amor y por amor dios limpia todos los caminos para hacerr llegar a tu meta... Prometo ue cuando valla a mi peru y soy trujillana ire a tu local promessoooooooo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. muchas gracias, en serio, gracias :)

      Eliminar
    2. si usas redes sociales me encuentras en facebook bajo el mismo nombre jose emil saer

      Eliminar