lunes, 24 de agosto de 2015

UN LUNES CUALQUIERA







Dejé de lado el diario, un día más, demasiado parecido a ayer, tanta tenuidad en mis palabras solo me dejan la sensación de aburrimiento, de cansancio crónico, de ilusiones perdidas entre recuerdos y mi  extraña manera de querer negar que estoy solo, si de una relación de pareja hablamos.

Fuiste como una inyección de adrenalina, sentada a unos metros de mí, con ese cabello alborotado, una sonrisa que me descongelaba los buenos pensamientos… eras tú y recién te veía de aquella forma, casi  en silencio.

Pasaban los minutos y empecé a imaginar cómo eran tus días, tus manías, tus costumbres, tu forma de pensar, de querer, de amar y a través de tus gestos quede encantado, con mil cuestionamientos, un millón de inquietudes y una sola duda; que sería ser parte de tus días?

De cierta forma el destino solo juega un papel secundario si se trata de ir conociendo a alguien, lo que queda es confiar en que por alguna razón se conocieron, se hablaron, se pensaron frecuentemente; solo queda confiar en que nada sucede en vano, que todo llega en el momento indicado, y que muy a pesar de todo, no siempre llegan para quedarse, aunque dejen huellas imborrables en el alma.

Te despediste de mí a lo lejos, una sonrisa cómplice de algún muy tuyo pensamiento, te vi alejarte con tu hermoso cabello y supe que tenía que saber más de ti, de alguna forma te quedaste grabada, para dentro, muy dentro de mis días malos, de mis  buenos pensamientos.

lunes, 4 de mayo de 2015

Entre tus tristes alegrías




Despertar contigo debe ser la situación más estresantemente divertida que pueda existir. La interrogante de cómo estará tu animo esta mañana, si hoy serás toda risas y sorpresas o una cara de pocos amigos que solo justifica que te espera una interminable lucha por ser feliz a costa de tu propia felicidad… esa eres tú, una contradictoria forma de encontrar felicidad.

Imagino tus frases de media tarde (justo a esas horas es que te coge la bizarra inspiración) llenas de tu particular forma de expresar frustraciones, decepciones, alegrías y esperanzas ya tan perdidas, ya tan gastadas.

Creciste entre hermosos recuerdos y emociones ausentes, entre livianas formas de no decir “te quiero”; continuaste la vida, tan joven, tan intensa, que bastaba con decirte algo bonito para que te sintieras contenta. Pero a veces ocurre que no tenemos agua en nuestro propio rio, que las formas que tiene la vida de enseñarnos los caminos son tan complicadas que terminamos dejando de lado viejos sueños, viejas danzas, viejas monadas que solo nos recuerdan que estamos hechos de la misma melodía con la que se componen los sueños.

Pero nunca dejaste de soñar, aunque ahora sueñes despierta, aunque esos sueños ahora tengan nombres de varón y te colmen el alma y quizás te quiten la paciencia; pues tú sabes perfectamente diferenciar entre ser madre y ser mamá. El cariño ausente lo supiste volver risas pasajeras, el abrazo negado convertirlo en formas de hacer feliz a la gente… porque eso eres tú, un ángel que llena sus alas de risas ajenas, con tal de sentirse importante, con tal de pertenecer en vez del cielo, a la tierra.

Conocerte es un regalo,  una oportunidad de seguir creyendo en mi propia filosofía de vida… a veces llegan a nuestras vidas personas que nos refrescan el día a día, que nos recuerdan que aún existen más locos sueltos en el mundo, destinados a reírse de sus propias penas, de sonreírle a la tristeza y sobre 
todo de creare un mundo diferente para los angelitos que  le completan la vida. No es fácil y lograste ganarte a pulso el sobrenombre de mamá en vez de madre, dejando de lado el hecho de ser mujer, de viajar en tus alocadas fantasías.

Pero te confieso algo mona, este mundo necesita más personas como tú que aprendieron a  dar amor ante la ausencia de este; necesitamos ser más quienes hacemos un carnaval del drama, porque aunque sientas que la vida te gana las batallas, tienes dentro tuyo mil victorias que nadie podrá arrebatarte de las entrañas.

 Despertar contigo debe ser la situación más estresantemente divertida…


martes, 31 de marzo de 2015

BUSCANDO ALEGRÍA



Gracias a una experiencia reciente, un pensamiento empezó a darme vueltas en la cabeza; la terca, pero valida pregunta de, ¿cómo lograr ser feliz?.
Luego de leer obras de Tolle, Dyer y Walter Risso, llegué a algunas sencillas pero validas formas de lograr vivir en armonía, tranquilidad y paz… lo que ciertamente algunos prefieren llamarle felicidad.

La Felicidad es un invento. Lo que debemos buscar es la alegría de vivir, el estado básico del ser humano que los animales con escasa o nula conciencia logran con facilidad; ver a una mascota mover la cola en tu sola presencia, a un gato retorciéndose en el jardín luego de comer. Y pensar que los humanos necesitamos de tanto para lograr tan poco en la vida. Al igual que la ansiedad viene del miedo primario, la depresión de la tristeza original y la cólera de la ira tan humana, la felicidad es un invento moderno, un tonto invento moderno que busca exagerar la tan fácil y alcanzable “ALEGRIA”, si, esa misma. La absurdamente fácil alegría.

La Alegría no se copia. Es insano de cada ser humano creer que estaremos alegres haciendo lo que hace otra persona o te induce a hacer; es un error tan grave como pretender vivir la vida de otros. En mi experiencia personal noté que ha muchas personas les gusta trabajar 8 horas para otros en empleos que no les apasionan, vivir hablando mal de otros o corriendo maratones, jugando juegos en red todo el día o simplemente viajando por el mundo; sea cual sea su razón, es propia, original y es potestad de cada uno elegir ser parte o buscar su propia forma de estar alegre.

La Alegría es hacer lo que te apasiona. Me encanta escribir y amo hacer sonreír a la gente; trabajando en mi restaurante logro ambos objetivos, escribiendo en los ratos de poca clientela y procurando una mejor atención que despierte la alegría de mis comensales. Si te apasiona correr, pues corre; si necesitas cantar, pues canta y si lo que te motiva a sonreír crea burlas o descontento entre tus amigos, pues no cambies de pasión, cambia de amigos.

La Alegría es compartir. Innegablemente esta es la llave para lograr el propósito, pues solo se logra estar bien con uno mismo, estando bien con los demás; es decir, respetando sus opiniones distintas, sus credos, actitudes y teniendo presente que si bien la alegría es compartir, siempre podemos elegir con quien compartirla. Y a esas personas elegidas se les llama seres queridos, familiares, buenos amigos, compañeros, parejas.

Finalmente, recuerden que la alegría es un estilo de vida, es propio y original, es dar amor y esperar sonrisas, es saber a quién elegir darle un poco de la nuestra. Porque de eso se trata la vida, de vivirla como mejor queramos vivirla, sin deberle nada a nadie, sin sacrificarse por alguien. Pues cuando hay alegría en tu corazón, nada te parece una deuda pagada o un sacrificio.

Les dejo una historia:
Un mendigo vivía pidiendo limosnas durante años, esperando que su suerte algún día cambiara; hasta que cierta tarde un hombre pasó por su lado y le dijo: <<puedo preguntarle qué es eso en lo que se sienta?>> <<Nada>>, contestó el mendigo. <<sólo una vieja cajita en la que apoyo mis cansadas piernas>>. <<Alguna vez miró lo que hay dentro de ella?>>, preguntó el desconocido. <<No>> dijo el mendigo, <<¿Para qué? No hay nada dentro>>. <<Dele un vistazo>> insistió el hombre. El mendigo, lleno de una curiosidad renovada, abrió la caja. Ante su asombro, incredulidad y alegría, vio que la cajita estaba repleta de oro.
 
Todos somos mendigos sentados en cajas repletas de oro, ese oro que es la paz interior, la iluminación que solo logramos viviendo el hoy, sin tanto pasado ni futuro, el hoy. Y ese hombre que nos incita a curiosear en la caja es el universo, quien nos habla a través de nuestras emociones más básicas, quien nos protege inclusive de nosotros mismo; es nuestra capacidad de entender ese mensaje lo que marcará la diferencia en nuestra humana búsqueda de aquello que algunos llaman felicidad.